Los 13 Mejores Lugares para Visitar en tu Viaje al Machu Picchu Limeño
¿Team frío o team calor? Tu preferencia es lo de menos si eliges visitar esta nueva atracción turística porque podrás disfrutar de la dualidad de su clima, sus animales, construcciones y bello paisaje formado por su vasta vegetación, además, escapar de la baja temperatura y el bullicio de Lima en un full day lleno de aventuras.
Hablemos del lugar que está siendo una sensación turística para los amantes de la naturaleza e historia preinca del Perú, el Gran Imperio de Guaya, hogar del Machu Picchu limeño ubicado en el pueblo de San Buenaventura en la provincia de Canta a tan solo unas horas de la ciudad de Lima Metropolitana. Aquí yace un próspero pueblo que, gracias al ingeniero Martín Lamas, originario de aquí, y al fundador Luis Alberto Grados Antayhua de 60 años, originario de Canta, pudo volverse en la zona turística relevante y digna de explorar.
La propuesta de este atractivo es homenajear nuestras raíces andinas, ya que aquí convergen los orígenes, mitos y leyendas que caracterizaban al antiguo imperio incaico en forma de museos, construcciones arquitectónicas que, si bien son réplicas, guardan mucho significado histórico y cultural.
Prácticamente enclavado en las extensas montañas de Canta, El Imperio de Guaya, se ha transformado en el motor y principal ingreso económico del pequeño y acogedor pueblo de San Buenaventura a través del turismo, lo cual fue el objetivo primordial del ingeniero Lamas, quien compartió la dificultosa tarea y esfuerzo que tomó levantar las bases de este complejo debido a las limitaciones de traslado que presentan las vías canteñas, estas son tan estrechas que difícilmente los tráileres de carga podían llevar los materiales de construcción a su destino.
Otro dato curioso es que las piedras que conforman al Machu Picchu limeño de Canta provienen de otros distritos y provincias del país, como Chosica, Ayacucho y Andahuaylas.
¿Qué puedes encontrar aquí? Si pensabas que este lugar turístico solo está conformado por monumentos artificiales, es decir creaciones humanas, pues déjame decirte que estás equivocado o equivocada.
Una de las cosas que hacen especiales a este lugar es su localización rodeada de vegetación, clima cálido por el día y frío por la tarde, acueductos, montañas, cascadas naturales, un cielo limpio y azulado donde se respira paz.
Es ideal para reconectar con la naturaleza, nuestras raíces históricas y desconectarte por completo de la ciudad de Lima y su saturación, ya que en San Buenaventura la población apenas alcanza a los 600 habitantes y tiene una extensión de poco más de 106 kilómetros cuadrados.
Además de pobladores originarios, podrás encontrar caballos, llamas y alpacas paseando por las laderas.
No hay razón para que te pierdas la oportunidad de conocer este bello lugar, por eso, te traemos esta lista de lugares que debes visitar en tu camino a conocer la magia del Machu Picchu limeño.
1. Pozo de Santa Rosa de Quives
Pozo de los deseos en Santa Rosa de Quives.
De camino a San Buenaventura, te toparas con el famoso Pozo de los deseos, en este atractivo, convergen una vasta cantidad de fieles seguidores católicos y turistas interesados por la creencia peruana predominante, por lo que tiene un significado religioso muy grande y valioso para la cultura y sociedad peruana.
Ubicado dentro del predio del distrito de Santa Rosa de Quives, uno de los siete distritos que conforman a Canta, cerca del valle del río Chillón, podemos encontrar el Pozo de los Deseos, elemento de la zona directamente relacionado con la enseñanza y vida que dejó Isabel Flores de Oliva, o como se le conoce, Santa Rosa de Lima, la primera santa de América.
Este pozo, como su nombre lo indica, recibe cartas con las peticiones y deseos que los visitantes depositan en busca de apoyo o intervención de la santa, y no solo son un atractivo de utilidad para los fervientes católicos, tanto el pozo como la ermita, han sido declarados como patrimonio nacional por el estado peruano.
Usualmente, la época en la que el predio recibe mayor cantidad de peregrinos y turistas es a finales de agosto, así que, si escoges visitarlo en otras fechas, podrás disfrutar de los lugares sin mucha aglomeración.
2. Casa de Santa Rosa de Lima
Hogar de Isabel Flores de Olivo en el Santuario de Santa Rosa de Quives.
Muchos conocen el santuario de Santa Rosa ubicado en el centro histórico de Lima, sin embargo, en el distrito de Santa Rosa de Quives, se encuentra el auténtico hogar donde Isabel Flores de Oliva pasó su infancia y cumplió penitencia durante la segunda mitad del siglo XVI.
Este recinto es considerado el lugar más sagrado junto a la iglesia por la enorme carga espiritual y religiosa que contiene.
Aquí podrás encontrar objetos originales e históricos que han sido conservado a lo largo del tiempo, como la piedra de la oración, un símbolo de su ferviente entrega a profesar una vida ascética, libre de placeres materiales y con el objetivo de lograr una purificación espiritual completa.
Cuenta la historia que el padre de Santa Rosa de Lima, Gaspar Flores, recibió el puesto de administrador de una mina en Quives, por lo que decidió mudarse a este distrito, Isabel Flores de Olivo, desde muy pequeña, mostró una gran inclinación hacia la vida espiritual, la oración y la religión católica, influenciada por Santa Catalina de Siena, su más grande ejemplo a seguir.
La zona es algo reducida y no podrás encontrar otros recintos ni puestos comerciales, pero está permitido acampar en los exteriores del lugar sagrado, una vez ahí, podrás disfrutar de las vistas que ofrecen sus paisajes, montañas, formaciones naturales y el valle del río Chillón.
3. Iglesia del Santuario religioso
Iglesia de Santa Rosa de Quives donde Isabel Flores de Olivo recibió su confirmación.
Otro de los recintos sagrados que encontraremos dentro del santuario, es la Iglesia de Quives, y al igual que la casa de la Santa limeña, cada año es visitada por miles de miles de fieles para ejercer su práctica de peregrinación, una tradición histórica que forma parte de la cultura y ha sido heredada de generación en generación.
Uno de los aspectos característicos de la iglesia es que desde su fundación ha mantenido la misma estética de estilo colonial, con colores sobrios y monocromáticos, piedra y adobe, reflejando así, la austeridad, sencillez e historia de la vida que llevó Santa Rosa de Lima en su pueblo.
Según los datos históricos, fue en esta iglesia donde Isabel Flores de Oliva recibió el sacramento de la confirmación en el año 1597 por parte del Obispo Toribio de Mogrovejo, quien sería, tal como Santa Rosa de Lima, canonizado como Santo Toribio de Mogrovejo años más tarde.
Además de su entorno natural privilegiado a las afueras de la iglesia, en su interior podemos observar elementos de gran interés y valor católico, bustos y un altar, características que le dan al santuario un gran valor turístico y religioso.
4. Pueblo San Buenaventura
Plaza de Armas de San Buenaventura.
Ahora que has llegado al pueblo de San Buenaventura, estás cada vez más cerca del Machu Picchu limeño, pero no te apures, disfruta de toda la belleza histórica que vayas a atravesar en tu camino.
Los orígenes de esta localidad ubicada al oeste de Canta, se remontan a los años 1561 y 1581 durante la gobernanza del virrey Toledo, en esta época, los españoles establecieron de manera masiva pueblos en la región sin registrar la fundación de estos, causa por la cual se desconoce la fecha exacta de su constitución.
Una vez aquí, los colonos empezaron a construir casas con materiales como piedras para las paredes y paja para los techos, una práctica que se ha mantenido hasta el día de hoy, y ahora forma parte del estilo estético del lugar: tradicional y colonial.
San Buenaventura tiene como principal actividad económica a la agricultura, es por esto que se le consideraba como un pueblo ganadero y agricultor.
Aunque su crecimiento económico antes de la inauguración del Gran Imperio de Guaya era modesto y lineal, su ingreso financiero se disparó en 2022 cuando se dio la fundación del popular Machu Picchu limeño.
Según datos de la comunidad campesina de San Buenaventura, hasta el 2022, el pueblo recibió a 1474 turistas extranjeros, 76,783 turistas nacionales y 429 visitantes locales o excursionistas, y eso solo en su primer año de apertura.
No te quedes atrás y también vive la experiencia de disfrutar de sus construcciones, fauna y vegetación.
5. Machu Picchu limeño
Complejo arquitectónico de Guaya, popularmente conocido como “Machupicchu limeño”.
Después de conocer la plaza y curiosidades del oculto pueblo de San Buenaventura, es hora de conocer la atracción principal del viaje.
Nacido como una réplica a la ciudadela incaica del Cusco, el Machu Picchu original, el Gran Imperio de Guaya ahora resguarda históricos elementos y recintos que honran a la cultura, historia y civilización prehispánica del Perú.
Dicha evolución revela un homenaje del pueblo hacia nuestras raíces andinas.
La arquitectura de Guaya es limpia, precisa e imponente, el elemento principal que la conforma es la piedra tallada de gran magnitud que moldea sus escaleras, muros, pisos y paredes.
Sumado a esto, alberga fuentes artificiales de agua cristalina y auquénidos como llamas, alpacas y caballos que deambulan por los andenes, lo que te transporta a un ambiente andino natural.
La aventura de visitar el Machu Picchu limeño es una travesía que te conecta con la fortaleza y autenticidad de este pueblo con orígenes precolombinos y el patrimonio histórico peruano, que te permite e impulsa a apreciar su erudición.
La entrada tiene un costo de 20 soles para los adultos y 10 soles para los niños de entre 5 a 10 años y adultos mayores a 65 años.
Al rededor del Imperio de Guaya podrás encontrar un puesto de venta de souvenirs, donde puedes comprar adornos y recuerdos del lugar, encontrarás objetos a partir de los 20 soles.
También puedes conseguir tomas o selfis con dron ya que hay un puesto que brinda este servicio.
Por último, tendrás la oportunidad de montar a caballo y pasear por todo el lugar por el precio de 5 soles.
Recuerda que si requieres ir al baño, podrás encontrar los servicios higiénicos a la derecha del complejo arquitectónico, el costo para usarlo es de 1 sol.
6. Museo de las Culturas
Dentro del complejo arquitectónico y junto al “Machupichu limeño” podrás encontrar el Museo de las Culturas.
Como habíamos mencionado antes, desde su inauguración, el Gran Imperio de Guaya ha atravesado una evolución positiva que ha causado una expansión en los recintos que homenajean a la cultura peruana, y prueba de esto es el Museo de las Culturas.
El legado de muchas culturas antiguas con las cuales estamos familiarizados desde nuestras épocas escolares, se encuentran en este museo.
Desde réplicas a escala hasta cerámicas, textiles, herramientas de la historia antigua y esculturas representativas de la variedad de culturas que se desarrollaron en el Perú, es lo que puedes encontrar aquí.
Las salas y elementos de la Cultura Chavín, Paracas, Moche y Chimú, contienen distintas exhibiciones de lo que fueron las obras artísticas como monumentos religiosos realizados por dichas culturas, asimismo, interpretaciones de prácticas culturales tradicionales que llevaban a cabo.
Sin lugar a duda, un atractivo perfecto para recordar los inicios de la civilización andina.
7. Mirador de Tusho
El mirador de Tusho cuenta con dos piletas y monumentos como la «mano de Dios».
En una de las zonas más elevadas del pueblo de San Buenaventura, se encuentra el mirador de Tusho con una ubicación privilegiada que te permite contemplar el exuberante paisaje con vegetación en ciertas épocas del año y sus laderas montañosas que envuelven el territorio en su totalidad.
Durante el día, podrás presenciar el contraste entre su cielo y el verde de las montañas, sin embargo, la mejor vista la podrás apreciar en el atardecer, cuando la luces e iluminación natural resaltan.
El mirador de Tusho cuenta con impresionantes monumentos como el cristo del mirador, dos fuentes artificiales que fluyen de un pegaso y de la cabeza de un rey.
Curiosamente, el cristo del mirador y la mano gigante pueden ser vistos desde otros distritos canteños que se encuentran en la parte inferior, como San Lorenzo o San José de Canta.
Cuando estés ahí, no olvides que desde lo alto serás capaz de ver al serpenteante Río Chillón fluyendo a través de sus valles.
8. El Cristo del mirador
Monumento a Cristo en el Mirador de Tusho.
Definitivamente la figura con mejor ubicación dentro del mirador.
El Cristo se erige de manera majestuosa con los brazos extendidos simulando brindar su bendición a todos los pobladores de San Buenaventura.
Desde sus espaldas, se puede visualizar el panorama coloreado por la flora, y desde los bordes de su base, el barranco de la montaña donde está posicionado.
El monumento religioso alcanza una altura de 10 metros que hace ver diminutos a aquellos que posan junto a el. Aunque es formidable, el gesto de protección y acogida que mantiene da una sensación de serenidad.
La postura del Cristo del mirador es característica de otros monumentos como el Cristo del Pacífico de Chorrillos en Lima o el Cristo Redentor de Río de Janeiro.
Al ser un pueblo con una creencia religiosa potente impregnada en sus residentes, la figura de Cristo en esa ubicación adopta un significado y símbolo espiritual de protección y guía para la comunidad nativa.
Como turista, junto con el entorno natural, puedes apreciar las estructuras que cargan con majestuosidad y referencias culturales de la ideología espiritual de San Buenaventura.
9. La mano gigante
Figura que representa a la “mano de Dios”.
Una de las atracciones más populares y fotografiadas de la región es el monumento de esta figura que representa “la mano de Dios” y está ubicada justo al lado de la estatua de Cristo anteriormente vista, por lo que también cuenta con una ubicación privilegiada en las alturas del valle de San Buenaventura.
La estatua se erige justo al filo de la montaña y desde este ángulo se puede apreciar gran parte del valle de Canta y sus carreteras.
Si no eres bueno o buena lidiando con las alturas, te recomendamos que tomes tus precauciones si decides tomarte una fotografía en este atractivo.
Su gran tamaño no es lo único que llama la atención, también su diseño, el cual permite a sus visitantes subir por las escaleras y posar justo en la palma del monumento.
La mano gigante se asemeja al monumento que encontraríamos en Paracas, sin embargo, la figura de Tusho ha sido muy bien conservada y se encuentra en excelentes condiciones además de que fue creada más recientemente.
“La mano de Dios” y el Cristo del mirador, son figuras tan grandes que se alcanzan a ver desde lo bajo del valle y otros distritos de Canta.
No es común encontrarse con obras así de grandes, así que aprovecha a disfrutar de todo lo que puedes encontrar en el Mirador de Tusho.
10. Cascada Virgen de la Merced
Cascada en honor a la Virgen de la Merced.
Después de explorar los puntos anteriores, deberás continuar una caminata muy demandante hasta encontrar una de las caídas de agua que tiene San Buenaventura, así que no olvides llevar agua, bloqueador, repelente y un sombrero o gorra para evitar la insolación.
La cascada Virgen de la Merced conecta con el entorno natural y está rodeada de formaciones rocosas con vegetación en ellas, además, sus aguas cubren la estructura de una escalera tallada en piedra que te permite subir.
El curso natural de la fluyente te lleva a una poza de agua cristalina y junto a esta encontrarás una gruta artificial de material rocoso que hace honor a la Virgen de la Merced
11. Iglesia Colonial
Iglesia Colonial de San Buenaventura donde se llevan a cabo festividades.
La construcción de la Iglesia Colonial de San Buenaventura ubicada en la Plaza de Armas del pueblo se remonta al periodo de Reducción de Indios, durante el mandato del Virrey Toledo entre los años 1561 y 1581.
Tal como las demás arquitecturas del lugar, la iglesia mantiene un característico estilo colonial incluso en la actualidad, la estética predominante en San Buenaventura.
Los materiales base para su formación fueron la piedra y barro para las bases y paredes, y la madera y calamina para los techos, lo tradicional en sus técnicas de edificación.
Este recinto religioso es de mucha importancia para la vida comunitaria de los pobladores, aquí suelen llevarse a cabo festividades como la de la Virgen de la Merced y la Fiesta Patronal de San Buenaventura, ambas actividades representan un punto de encuentro para toda la comunidad.
12. Obrajillo
Obrajillo, pequeño pueblo que limita con San Buenaventura
Ya que has conocido el pequeño pueblo de San Buenaventura, aprovecha tu estadía para conocer un poco más y adentrarte en Obrajillo.
De primera mano, te toparás con un paisaje natural y la hospitalidad de los residentes. Además, anímate a tener una grata experiencia gastronómica degustando los platillos y postres que Obrajillo ofrece.
El yogurt natural, los quesos tradicionales, el manjar blanco y las conocidas rosquitas, son algunos de los productos más populares y preferidos entre los turistas y visitantes locales.
El arte tradicional y recuerdos en forma de adornos son otros de los productos que debes obtener si vienes aquí.
13. Catarata de Lucle
Cascada ubicada en Obrajillo, se permite acampar en sus alrededores.
Otro punto cercano que no te puedes saltar es la catarata de Lucle, un verdadero espectáculo visual y sonoro que está en medio de un campo lleno de vegetación.
Tiene una caída de 20 metros aproximadamente y sus aguas son cristalinas.
Si el panorama de la cascada te convence tanto que decides quedarte por más tiempo, recuerda que es posible acampar justo al pie de la caída de agua de la cascada, solo necesitas tener el equipamiento correcto, como un camper, ropa abrigadora para el anochecer, frazadas y comida.
Puedes estar seguro o segura de que la experiencia aquí es única.
Entrar aquí tiene un costo simbólico de 4 soles para el público general.
Ahora que conoces todos estos puntos, podrás sacarle el mayor beneficio a tu viaje hacia el Machu Picchu limeño y conocer los espacios turísticos que lo rodean.